Esta primavera, los niños de quinto y sexto del CRA El Encinar hemos ido tres días a Piedralaves, un pequeño pueblo de Ávila en el que hay un albergue de ocio en la naturaleza.
El pasado lunes 28 de abril comenzamos nuestra aventura. El viaje se nos hizo muy largo, pero nos divertimos durante todo el trayecto.
Al llegar nos explicaron cómo nos íbamos a instalar en nuestras habitaciones (donde dormíamos seis, ocho o diez personas). Seguidamente hicimos un juego de presentación y nos dejaron algo de tiempo libre para familiarizarnos con el entorno. El lugar era hermoso, había muchos árboles altos y desde lejos se veían montañas verdes y pájaros que volaban y planeaban en el cielo.
Era la hora de comer así que bajamos al comedor que estaba justo debajo de las habitaciones. La comida estaba deliciosa, se notaba que era casera.
Durante la tarde del lunes hicimos tiro con arco donde practicamos y competimos en grupo. Además, elaboramos un cuaderno de campo con cartón que completamos con nuestros dibujos de insectos, árboles y distintos elementos naturales que encontramos por los senderos del albergue.
Esa noche compartimos una velada con linternas donde teníamos que encontrar a los monitores que estaban escondidos.
El martes comenzamos el día con música y después del desayuno (pan, aceite y tomate) estábamos preparados para un montón de actividades que disfrutamos a la vez que nos hicieron conocer un poco más a nuestros nuevos compañeros y compañeras.
En la batalla de arqueros nos enfrentamos dos equipos lanzando flechas a los contrarios. Las flechas tenían gomaespuma en su punta, claro.
En la yincana fuimos por todo el recinto haciendo diferentes pruebas para resolver un asesinato ficticio.
El parque de tirolinas era muy divertido y cuando terminabas el recorrido podías ir al rocódromo y volver a repetirlo.
En el tiempo libre aprovechamos para juntarnos con amigos y amigas de otros colegios y conocer a gente nueva. Después de la cena nos preparamos para la velada de la noche. Pusieron varias canciones y apagaron las luces para darle un mejor ambiente.
El miércoles nos levantamos con pena pues se nos había pasado muy rápido el tiempo y nos tocaba abandonar el lugar y volver a casa. Hicimos nuestras maletas y dijimos adiós a Piedralaves.
Estos días en Ávila han estado fenomenal. El lugar era precioso, los monitores y monitoras eran majísimos. Fue una experiencia hermosa convivir con otros colegios en ese bonito lugar. Nos encantó conocer a gente nueva. En definitiva, fue INCREÍBLE.
Irene, Sofía y Millán de Vegas de Matute.